En Asturias, concretamente en El Entrego, se hace un plato que vuelve loco a la gente, Las Cebollas Rellenas. Su ingrediente principal: la cebolla. Su desdicha: vaciar las cebollas para rellenarlas después.
La cebolla es fuente de vitaminas, potasio, calcio, magnesio, proteínas, fécula y otros compuestos esenciales. Es un alimento muy eficaz contra el crecimiento de hongos y bacterias, previene varios tipos de cáncer y tiene propiedades antialergénicas, antiinflamatorias antiasmáticas y antidiabéticas, además de combatir las causas de los desórdenes cardiovasculares. Es un potente antirreumático y ayuda a prevenir la osteoporosis.
Y aun así, siendo tan buena ¿Por qué nos hace llorar? Porque dentro de las células de la cebolla que cortamos se liberan unos compuestos derivados del azufre que se trasforman en moléculas sulfuradas más volátiles que se liberan al aire.
Estos compuestos reaccionan con la humedad de los ojos produciendo ácido sulfúrico que es el que origina el escozor. Esto es lo que origina nuestra desdicha, no podemos parar de llorar.
Existen trucos, como lavar la cebolla con abundante agua fría, o congelarla 10 min antes. Se basan en hacer que esos compuestos volátiles no lo sean tanto y no lleguen a nuestros ojos.
Yo que pensaba que era una trajedia cortar una cebolla
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